The opulent architecture of Trinidad was forged with the existence of several elements, including marbles and furniture from Europe, wrought iron, carpentry, bronzes, ivory, mosaics, stained glass, lattices, etc. But in this architecture yesterday, not everything was luxury. Next to the palace were adobe houses and a roof of guano and bricks that housed most of the residents.
The city's trinitarian complex is characterized by single-story houses that represent anonymous and popular architectural typologies. the return of the use of Hispanic construction elements: masonry walls, wooden ceilings covered with "Spanish" tiles, lime plasters that give the city a strong sense of unity, a strong sense of time and place.
Preserving the historical environment, buildings, colonial plan, cobbled streets, sidewalks and urban decoration allow us to appreciate the unaltered image of the original Cuban foundations and, in general, of the Hispanic Caribbean. Therefore, Trinidad is an impressive testimony of time and an invaluable source of knowledge about colonial architecture.
Trinitarian architecture, which by definition is eclectic and indigenous in its composition, can be classified as a series of houses that reflect traditional habitats of different social strata in the two historically strongest stages of the city: the consolidation of the urban community of the eighteenth century. Century and the economic and commercial expansion of the first half of the 19th century.
Arquitectura en Sancti Spíritus
Las tres joyas arquitectónicas de la Villa
Se destaca en la ciudad coloniael Puente sobre el río Yayabo,situado al suroeste del Centro Histórico Urbano, en el antiguo “Paso de las Carretas”, conectando el área histórica con el barrio de Colón, en Sancti Spíritus. Con cinco arcos, disminuyen en altura, del centro del río hacia las barrancas, compuesto por ladrillos asentados con el mortero tradicional de cal y arena, cuya calidad, se atribuye a la mezcla con leche de burra. Consta en documentos que estuvo empedrado y que fue pintado de blanco y verde.
La Iglesia Parroquial Mayor,principal edificación de la religión católica en la cuarta villa fundada por los colonizadores en Cuba, sobresale por sus encantos arquitectónicos y el acervo de historias tejidas a su alrededor. Sus valores arquitectónicos y culturales le hicieron merecer la condición de Monumento Nacional en 1978, destacándolo como una manifestación criolla de la arquitectura morisca.
Esta construcción marcó una etapa caracterizada por casas con ladrillos en sus muros y techos en los que la madera preciosa tomaba curiosas formas y se cubría finalmente con las tejas del excepcional barrio de la región. La arquitectura empleada, tiene sus antecedentes artísticos en el mudéjar, pero muy evolucionado y en pleno proceso de simplificación, que florece en el siglo XVII como la primera forma constructiva. La torre uno de los elementos más monumentales de parroquia, fue erigida después de la segunda visita del obispo Espada en 1819, quien aprobó el proyecto. Ejecutada por Domingo Valverte y catalogada como la más alta de Cuba.
La Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villenapresenta valiosos elementos interiores y exteriores de la arquitectura del siglo XIX, pero las características de la cubierta corresponden a una intervención anterior, posiblemente hecha por don Miguel de Pina. En su construcción se empleó una tecnología artesanal, pero algunos elementos fueron fabricados industrialmente, mientras que el montaje se realizó con lo más avanzado de la época. Los materiales que se usaron fueron, hormigón armado para su estructura, cristal y madera en puertas y ventanas, mármol en las escaleras y pisos, así como yeso para las decoraciones interiores y cemento en las exteriores.
Con el advenimiento de la república se eliminaron las plazas coloniales y en su lugar se construyeron “bellos parques de estilo inglés”, pavimentadas con hormigón, con arbustos, bancos de hierro y madera y farolas para su iluminación.